Por Sergio Trujillo
Diputado Asamblea del Huila
El Huila escribe hoy un capítulo histórico en la promoción de la equidad y la inclusión social a través de la educación. Con el Programa de Alimentación Escolar (PAE), en especial su modalidad para zonas rurales dispersas, damos un paso trascendental hacia la garantía de derechos fundamentales de nuestros niños, niñas y adolescentes.
Este PAE no es un programa más. Es el reflejo de un compromiso sólido liderado por el Gobernador Rodrigo Villalba y avalado por la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar (UApA) y respaldado por el Gobierno Nacional, con la presencia destacada del Ministro de Educación en su firma. Su puesta en marcha representa un cambio de paradigma: por primera vez, las Juntas de Acción Comunal y las Asociaciones de Padres de Familia son los operadores del programa. Esta innovación no solo garantiza calidad en el servicio, sino que también fortalece el tejido social, fomenta la economía local y asegura la pertinencia cultural de los alimentos suministrados.
Con esta importante inversión, este programa beneficia inicialmente a seis sedes educativas ubicadas en territorios de difícil acceso en municipios como Aipe, Acevedo, Tarqui y Garzón, entre otros. Estas instituciones, como la I.E. Agropecuaria de Aipe y la I.E. San Juan Bosco, representan comunidades donde el acceso a derechos básicos ha sido históricamente un reto. Para los estudiantes y sus familias, este PAE no solo simboliza un complemento alimentario, sino una verdadera herramienta de permanencia en el sistema educativo.
Además, el impacto de este PAE se extiende mucho más allá de estas seis sedes. En el año 2025, con la adjudicación del contrato por $67.501.556.005, el programa alcanzará a 1.423 sedes educativas y beneficiará a 103.617 estudiantes desde el primer día del calendario escolar, el próximo 20 de enero. Esta cobertura, que ya alcanza el 81 %, posiciona al Huila como el primer departamento del país en implementar este modelo inclusivo para zonas rurales dispersas.
El PAE histórico que celebramos no solo asegura una ración alimentaria, sino que también ataca directamente la deserción escolar. Al garantizar que nuestros estudiantes tengan acceso a alimentos acordes con sus costumbres alimentarias y adquiridos localmente, promovemos su desarrollo integral, fortalecemos sus capacidades de aprendizaje y reafirmamos nuestro compromiso con su futuro.
El papel de las Juntas de Acción Comunal y las Asociaciones de Padres de Familia merece especial reconocimiento. Su participación activa en la operación del programa asegura que los recursos sean manejados con transparencia y pertinencia, y que el control social sea un pilar fundamental del modelo. Este es un ejemplo de cómo la comunidad, en alianza con las instituciones, puede liderar procesos transformadores.
El Gobernador del Huila asumió este reto con determinación, y hoy vemos los frutos de su visión. Con la firma de este contrato, se consolida una estrategia integral que combate la inseguridad alimentaria, promueve estilos de vida saludables y abre puertas para que cada niño y niña, independientemente de su ubicación geográfica, pueda soñar con un futuro mejor.
Como diputado celebro y respaldo este esfuerzo monumental. Invito a todos los actores sociales, políticos y comunitarios a trabajar unidos, en equipo, para expandir este modelo y garantizar su sostenibilidad. Porque cuando alimentamos cuerpos, también alimentamos sueños. Este PAE histórico no solo transforma vidas, también construye el Huila Grande que todos anhelamos.








