EL RINCÓN DE DIANA
Por: Diana Montes
Teniendo en cuenta un dato preliminar del año 2024 suministrado por el observatorio de salud del Huila, en nuestro departamento se reportaron 64 suicidios, de los cuales 53 fueron hombres y 11 mujeres, y los municipios con mayores tasas fueron: Neiva, Pitalito, La Plata, Garzón, Campoalegre e Isnos. Esta situación obliga a tomar cartas en el asunto, para que el sufrimiento que padecen familias y comunidad no sea tan lamentable.
La sociedad moderna produce en la psiquis de sus individuos sentimientos de aislamiento y soledad, que son los que, llevados al extremo, conducen a enfermedades mentales como la ansiedad, la depresión y el estrés. En su ensayo “Metrópolis y vida mental”, el sociólogo alemán Georg Simmel explica que a medida que avanza la urbanización de la sociedad, se va perdiendo el sentimiento de comunidad. Eso tiene dos efectos: positivo, porque esa ruptura permite la afirmación individual, pero, trae el efecto negativo del aislamiento.
Este grado de profundidad del problema, nos obliga a tener enfoques integrales y comunitarios, que vayan más allá de las terapias individuales. Por eso, propuestas que en principio parecerían no tener relación con la salud mental, tales como promover el acceso a la cultura y al deporte, y buscar políticas que aumenten las oportunidades para la gente, ayudan a contrarrestar esos determinantes sociales de la salud mental.
Es importante que el sistema de salud ponga una mirada a este flagelo ofertando programas de psicología que aporten a la solución de la crisis de salud mental. De la misma manera, capacitar a la policía, a los bomberos, a la defensa civil y trabajadores de organismos similares, para que atiendan episodios de crisis graves, tales como intentos de suicidio.
Se debe apostar a que este problema se minimiza con el aporte de la institucionalidad en la conformación de un equipo interdisciplinario, donde participen profesionales de la psicología, psiquiatría y del trabajo social, para que ayuden a coordinar distintos grupos de apoyo, de tal manera que personas de diferentes procedencias y que tengan un mismo problema, se brinden ayuda mutua. El modelo es el de “Alcohólicos Anónimos”, sólo que aplicado a este tipo de enfermedades mentales. Creemos que este abordaje comunitario del tratamiento psicológico es el de mayor aceptación y mejores resultados, en este sentido, debemos avanzar en esa dirección.








