En la región en la vigencia pasada, fueron ultimadas 9 mujeres, de estos casos, 7 hechos fueron tipificados como homicidios y dos feminicidios. En los últimos hechos, los ‘verdugos’ fueron capturados por unidades de la Policía y Fiscalía.
Ahora, los feminicidios registrados por el Observatorio Feminicidios Colombia no son solo una cifra récord alarmante; representan historias individuales de vidas truncadas, familias destruidas y comunidades heridas. Cada número en esta estadística evidencia una crisis social que rompe el tejido mismo de la sociedad colombiana, indicaron desde ONU Mujeres-Colombia.
Esta normalización se manifiesta en múltiples formas de violencia que van escalando gradualmente: desde el acoso en espacios públicos hasta la violencia doméstica, pasando por el emergente fenómeno de la violencia digital. Esta progresión de la violencia crea un clima cultural donde los abusos más graves, incluido el feminicidio, encuentran un terreno fértil para proliferar, expresó la entidad.
Cifras vergonzosas
Y según el informe de 2024, del Observatorio de Feminicidios de Colombia, entre enero y noviembre de la vigencia en mención, se registraron 815 feminicidios en el país, además, 623 tentativas de ese ilícito.
Esta cifra, disgregada por meses, dieron el siguiente resultado: en enero; 65 feminicidios; febrero, 62; marzo, 86; abril, 67; mayo, 67; junio, 74; julio, 81; agosto, 92; septiembre, 74; octubre, 73 y noviembre 68. En este sentido, los meses de marzo y agosto, fue donde se registraron más casos.
Y en noviembre de 2024, se presentaron 67 feminicidios en 23 departamentos del país, es decir, en el 72% del territorio nacional y fuera del país se registró un feminicidio de una mujer migrante colombiana en México. De los 88 hechos de esta clase en esos 30 días, 8 sucedieron en Atlántico, 7 en Antioquia y con 5 cada uno los departamentos de Cauca y Santander, con 4 registros por departamento se encuentran, Huila y Tolima; con tres registros por departamento, Bogotá D.C, Casanare, Chocó y Norte de Santander, con dos hechos, Bolívar, Boyacá, Caldas, Caquetá, Córdoba, Magdalena, Meta, Sucre, Valle del Cauca, y con un registro por departamento: Arauca, Cesar, La Guajira y Risaralda.
De los femicidios cometidos, en 23 de los casos, fueron perpetuados por sujeto feminicida conocido y 16 por sicario. Siete de ellos, los cometieron bandas criminales mafiosas, tres por delincuencia común, tres por guerrilla y con un hecho estructuras del narcotráfico, hombre conocido por la mujer, militar y vecino. En 12 situaciones no se cuenta con información acerca del victimario.
Violencia normalizada
Ahora, según ONU Mujeres-Colombia, cada número en esta estadística evidencia una crisis social que rompe el tejido mismo de la sociedad colombiana. Este dato adquiere una dimensión aún más alarmante cuando se contextualiza en el panorama global: según las últimas cifras de la entidad, cada 10 minutos una mujer es asesinada por su pareja o un familiar en algún lugar del mundo.
Desde el colectivo,‘Volcánicas’, hacen un llamado al diálogo y la reflexión sobre el origen y el sostén de la violencia feminicida y las violencias machistas en todos los espacios. Solo con pedagogía, educación, cambio social y cultural y una profunda transformación de la justicia, creemos que podremos atender mejor esta emergencia.
Las acciones a realizar
Y sobre acciones concretas para detener los feminicidios, la representante de ONU Mujeres Colombia, puntualizó: “debemos seguir trabajando en prevención como la mejor inversión para construir un futuro sin miedo para mujeres y niñas y lograr así fortalecer los sistemas de justicia, promover educación igualitaria, visibilizar el problema como un asunto público de máxima prioridad y garantizar que todas las mujeres tengan acceso a protección y apoyo. Invertir en la prevención de cualquier forma de violencia contra mujeres y niñas no es un gasto, es asegurar el futuro y significa, además, un gran ahorro de fondos públicos y privados en costos de cuidados y atención a las víctimas. Es la mejor inversión porque salva vidas”.
Ahora, el estudio base que sirvió para la creación del Observatorio de la Mujer Huilense, “se indagó por el nivel académico de las mujeres y podríamos establecer una correlación entre los estudios de la mujer huilense que no es alto y los ingresos que gana, podríamos establecer un vínculo entre sus entradas económicas y la violencia de género”, agregó, José Luis Anaya, economista de la fundación encargada del proyecto tipo mujer.
Asimismo, en informe presentado por el Instituto Nacional de Salud en el pasado mes de junio del año 2024, reveló que fueron notificados a esta entidad, a través de los registros en instituciones prestadoras de servicios de salud, un total de 66.621 casos de violencia de género. Desde el INS, el director general, hizo un llamado a la cero tolerancia contra cualquier tipo de violencia, especialmente contra la mujer y los niños, quienes son los más vulnerados.
Según, Giovanny Rubiano García, director general del INS: “una mujer violentada tiene mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con su salud mental, así como una mayor dificultad para acceder a la atención de las distintas causas de enfermedad y muerte en la mujer, que tienen relación con la salud materna, reproductiva, sexual y otras.”
Y en cuanto a las cifras reportadas por las entidades territoriales, la mayoría de los casos se concentran en Bogotá, 14.427, Antioquia 7.670, Cundinamarca 6.040, Cali 3.177, Valle del Cauca 2.969 Santander 2.830 y Huila 2.722. En algunos municipios del país, las mayores cifras se concentran en Medellín 2.745, Soacha 1.351, Bucaramanga 794, Pereira 710, Neiva 674, Fusagasugá 653, Montería 637, Cúcuta 624, entre otros.
Atentas al acoso callejero
Además, en una encuesta realizada por Las Juanas Colectiva Feminista, que hace parte del Proyecto de Investigación “Pa’ la Calle sin Acoso”, arrojó que de las 389 mujeres consultadas, 355 afirmaron haberse sentido acosadas en la ciudad de Neiva. Esto representa el 91% del total de las entrevistadas.
Y al preguntarle a las afectadas, los lugares o sitios donde se han sentido vulneradas en las distintas zonas de la ciudad, los mayores casos se registraron en el Parque Santander, la zona comprendida de la carrera primera hasta llegar a la calle 28 del barrio Santa Inés y la carrera segunda entre calles 6 y 9, cerca del Centro Comercial Los Comuneros.
Ahora, para el Observatorio de violencia de género contra las mujeres y acceso a la justicia de Guatemala, el acoso callejero: “son prácticas de connotación sexual explícitas e implícitas ejercidas por personas desconocidas en espacios públicos y semipúblicos que suelen generar malestar en la víctima (especialmente las mujeres) generando efectos psicológicos negativos. Estas son sistemáticas, unidireccionales y no son consentidas por la víctima; donde quienes acosan, no tiene interés en entablar una comunicación real con la persona agredida”.
