Al ingeniero Wilson Javier Saavedra, jefe de patios de la Secretaría de Vías e Infraestructura de Neiva, por poco le cuesta la vida oponerse a la firma de un millonario contrato, con aberrantes irregularidades, en el gobierno de Gorky Muñoz. L e tocó salir corriendo y exiliarse en Alemania.
DIARIO DEL HUILA, ESPECIALES
Por: Marco Fidel Yukumà
Ese jueves de marzo, un insoportable ataque de angustia, lo tuvo al borde del suicidio: alcanzó a manosear el revolver de su padre que no estaba lejos de la habitación donde pasó la noche en vela, tratando de lidiar su tragedia.
El día anterior cerca de su casa en el barrio Cándido de la ciudad de Neiva, hombres en moto lo abordaron para advertirle que, si no acataba las órdenes de sus superiores podía encontrarse con una muerte pendeja. Quedó confundido; no sabía si creer la amenaza o asimilarla como una broma pesada. Una vez logra recuperar la calma, asocia que la advertencia de los sicarios no pudo tener explicación distinta a su decisión de negarse a firmar los estudios de factibilidad y el contrato para la compra de un kit de maquinaria por un valor superior a los 7 mil millones de pesos, con inminentes irregularidades.
De un lado, el ingeniero Wilson Javier Saavedra, conocedor del inventario de maquinaria en los patios de la secretaría de vías e Infraestructura de Neiva, tenía claro que la nueva compra no era más que un gasto inoficioso, un siniestro pretexto para robar, pues en el periodo recién terminado se adquirieron los equipos suficientes, incluso a menor precio, además, la mayoría de obras viales en la ciudad se contratan, y los consorcios seleccionados para ejecutarlas, deben contar con sus propios kit de maquinaria y equipos requeridos, por lo tanto, esta adquisición representaba un indudable desperdicio de la plata que pagan en impuestos los neivanos.
Adicionalmente, el ingeniero explicó a su jefe Aurelio Cubides, que además de que no se requería ese tipo de inversión, los equipos que se pretendían adquirir no contaban con las especificaciones y características requeridas para el tipo de obras pendientes de ejecutar en la ciudad y su zona rural. Tampoco comprendía Saavedra, las razones por las cuales le obligaban a avalar la millonaria compra con una garantía que no otorgaba directamente la agencia vendedora como lo establece la ley, esa responsabilidad de alta exigencia técnica se la adjudicaron inexplicablemente a la empresa de transportes de pasajeros Coomotor, en alianza con un coronel del Ejército, que no certificaban por ningún lado, experiencia alguna en este tipo de labores.
Entre el juego cruzado de la corrupción
La orden de compra de la maquinaria, fue impartida por el alcalde Gorky Muñoz (Período 2020-2023) uno de los mandatarios más corruptos que han elegido los neivanos en los últimos 20 años. Terminó su gobierno con 11 procesos de investigación en la Fiscalía por presuntas irregularidades en la contratación, enriquecimiento ilícito, compras y nombramientos. Fue separado del cargo por la Procuraduría, y algunos de sus bienes fueron intervenidos, razones de peso que también analizó con cabeza fría el ingeniero Saavedra, antes de negarse a firmar el millonario e innecesario contrato de compra.
Se ganó la animadversión del jefe y varios de sus compañeros que no ahorraron insultos, discriminación y todo tipo de artificios para tenerlo al margen. Desde que ratificó su determinación de oponerse a la firma del sospechoso contrato, se ganó el inmerecido remoque de “ingeniero sapo”.
El negocio de la compra de la maquinaria, experimentó tras la negativa del ingeniero Saavedra Vivas, un rígido revés. El único autorizado para firmar los estudios de factibilidad, el contrato de compra y la garantía, era el ingeniero Wilson Saavedra, nadie más; obviar esa regla era desafiar la ley, prevaricar y ponerse en riesgo, pero como los funcionarios públicos, ya no le temen a nada, cuando al frente hay un jugoso contrato, pusieron a firmar a Andrés Felipe Buitrago Vargas, sin tener en cuenta que era un simple contratista de prestación de servicios, y que el régimen de contratación no le permitía asumir este tipo de responsabilidad, pues no estaba dentro de sus competencias, y adicionalmente ni siquiera tenía el título aún de ingeniero mecánico, ingresó a esa dependencia como ingeniero agrícola, sin experiencia, sin el perfil técnico y sin que esa fuera su función, desconociendo burdamente al profesional titular y experto en el área, que no se prestó para asaltar las finanzas de la secretaría, y quien también tuvo el valor civil para denunciar ante los organismos de control con las pruebas de rigor, que varios funcionarios adscritos a esa dependencia, cobraban sus salarios y no iban a trabajar.
Entre los denunciados por cobrar salarios y no concurrir a sus lugares de trabajo, estaban el ingeniero Leonardo Echeverry y el operador de maquinaria Juan Carlos Lozada Cubillos, apodado el brujo, quien según el ingeniero Saavedra, sería el responsable de sus extraños trastornos mentales, que le desencadenaron un complicado cuadro psiquiátrico. El ingeniero Echeverry, por su parte, prefirió renunciar al cargo tras las denuncias de Saavedra, y el operador Lozada Cubillos, enfrenta un proceso disciplinario, porque argumenta padecer una discapacidad, pero no la respalda con ningún soporte médico, lo que no descarta que en cualquier momento sea separado del cargo, porque completa más de 8 años sin asistir a su lugar de trabajo, cobrando sus salarios como cualquier otro trabajador de la secretaría. Una comisión de la contraloría acaba de verificar las denuncias, a la vez que ha establecido las sanciones de rigor.
Mientras tanto, el sociólogo Iván Cortez Lozada, ex funcionario de la administración municipal, conocedor de ese foco de corrupción en ese momento, también denunció que parte del equipo de maquinaria adquirido con evidentes anomalías, reseñadas a tiempo por el ingeniero Saavedra, fue saqueado allí en los patios de la secretaría, varios equipos igualmente despojados de piezas importantes para su funcionamiento, a la vez que desaparecieron como por arte de magia, ratificando de paso, las graves anomalías descubiertas por el ingeniero Wilson Saavedra.
Se hace porque se hace
Por orden del alcalde Gorky Muñoz, con la autorización del director de la entidad, Aurelio Cubides, la firma del ingeniero agrícola Andrés Felipe Buitrago, hoy secretario de medio ambiente, y ya graduado como ingeniero mecánico, el desconocimiento de las funciones y recomendaciones del ingeniero Wilson Saavedra, jefe de mantenimiento de patios de esa secretaría, se hizo la compra, sin importar que no era necesaria y que violaba la ley flagrantemente. “No sólo estaba molesto y asustado por las amenazas, sino verraco, porque por mis narices se estaba incurriendo en un evidente hecho de corrupción que denuncié ante la Fiscalía y la Procuraduría con todas las pruebas, y hoy dos años después, ni siquiera los han llamado para que expliquen semejante exabrupto”, manifiesta el ingeniero Saavedra, sin poder ocultar en su cara la molestia y su lamentable impotencia.
Llegó la maquinaria en medio de celebraciones y desafíos, pero el jefe titular de Patios Wilson Saavedra, suplantado descaradamente, se resistía a claudicar, investigó, comprobando con factura en mano que faltaban dos equipos, figuraban en el inventario de recibo, pero no aparecían. Nadie daba razón, sin embargo, cuando el ingeniero Saavedra, denunció la pérdida, aparecieron como por arte de magia en los talleres de la secretaría. Si el funcionario no se percata, sencillamente se los roban. El sapo salvó a la ciudad de una nueva agresión financiera rudamente planeada. “Fueron dos equipos que no llegaron, verifiqué y averigüé con los maquinistas, los conductores y los vigilantes, anunciando una demanda en averiguación, y cualquier día llegué a los patios, y ya habían ingresado los dos equipos faltantes, se los querían robar”, sostiene.
El costo del arrojo
Negarse a firmar el millonario contrato, y denunciar las graves irregularidades que encontró, le salió caro al ingeniero Wilson Saavedra. No solamente fue amenazado de muerte, uno de los operarios conocido como “Petaca”, que ejercería la brujería, según le informaron al jefe de patios, le habría practicado un hechizo que lo descontroló por días. En cierta ocasión se levantó dispuesto a quitarse la vida y presentaba niveles demasiado altos de ansiedad y estrés. Debió someterse a un complejo tratamiento con hospitalización y muchos medicamentos, tras un preocupante y comprobado diagnóstico del siquiatra, documento que forma parte de todas las demandas que ha impetrado buscando que se haga justicia, sin lograrlo hasta ahora. “Fue brutal, perdí el control de mis actos, me sentía acorralado, como en una celda, asustado y emocionalmente decaído, por eso, debí pedir ayuda profesional psiquiátrica porque no aguataba, Dios mío”, señala.
Cuando empezaba a superar la afección psiquiátrica, arreció el acoso de los sicarios, viéndose obligado a abandonar todo y salir corriendo. Se integró entonces, a la diáspora de latinos que sueñan con Alemania, donde debió dormir en la calle, reciclar las cestas de las basuras de los restaurantes para alimentarse, pero en medio de esa desgracia, adelantó una nueva maestría en ese país que hoy le permite integrar el grupo de los más importantes investigadores del Huila y Colombia. Es experto en elaborar proyectos para jalonar y utilizar recursos del petróleo, tanto del orden nacional como internacional para el desarrollo social. Su inteligencia, dedicación, el depurado concepto de la honestidad, el respeto por el patrimonio público, tarde o temprano lo tendrán que poner a la vanguardia de su tierra que aún lo desvela.
Participó en un concurso mundial convocado por la China para escoger el mejor proyecto de ferrocarril en Latinoamérica, y su propuesta se impuso ante más de 50 participantes de todos los países de habla hispana. El proyecto se denomina “El Ferrocarril del río Magdalena”, y según el compromiso de los chinos está listo para construirse entre Pitalito y Neiva, paralelo al Magdalena con una inversión superior a los 40 mil millones de pesos.
El ingeniero Saavedra, sigue pendiente de las denuncias que ha hecho ante la Fiscalía y organismos de control, en espera de que se castigue a los responsables. Hoy después de haber regresado de su exilio y dados los resultaos de su trabajo, el nuevo alcalde Casagua, lo encargó de la dirección de la división de Patios y tiene como meta ponerle orden, enfrentar la corrupción que durante años cabalgó sin control en esa dependencia adscrita a la Secretaria de Vías e Infraestructura.
Adelanta un doctorado en una universidad de Indonesia, gracias a una beca otorgada por el gobierno Chino como parte del premio, tras haber ganado la convocatoria mundial para construir un ferrocarril entre Pitalito y el centro del país, con recursos de esa nación. Dice que su propósito de ser un funcionario público con transparencia, le ha generado muchos enemigos, pero que no piensa dar pie atrás en su descabellado propósito de ser un luchador acérrimo contra la corrupción en su tierra, el Huila, uno de los departamentos, lamentablemente con abultados antecedentes en el despilfarro de los recursos públicos.









