Diario del Huila

Una ciudad en construcción permanente

Dic 24, 2024

Diario del Huila Inicio 5 Opinión 5 Una ciudad en construcción permanente

Por: Carlos Tobar

Por estos días de navidad he retomado mis largas caminatas por todas las zonas de la ciudad. Una pequeña lesión muscular, producto tal vez de algún exceso, me tenían apartado de esta práctica sana que, no solo fortalece el cuerpo, sino que permite visualizar, de primera mano, las particularidades de barrios, calles, parques, construcciones, negocios, …

Acostumbro a tomar al azar cualquier rumbo. Varío, eso sí, los puntos cardinales. Las sorpresas son de todo tipo. Desde nuevos desarrollos urbanísticos, hasta las modificaciones constantes de viviendas y locales para negocios que las familias construyen, para fortalecer su patrimonio.

Una conclusión de vieja data la reafirmo en este escudriñar de lo urbano: Neiva es una ciudad construida a retazos. O mejor, autoconstuída por la laboriosa y necesitada ciudadanía. Es increíble la infinita capacidad de hombres y mujeres sencillos, sin muchos conocimientos de urbanismo, con limitados recursos económicos que, con gran esfuerzo y tenacidad han levantado sus entornos vitales.

La mayoría empezó por hacerse a un terreno. No importando que, muchos de ellos, teóricamente no eran los más aptos. La segunda batalla es volverlo habitable. Es tan titánica la tarea que se calcula que más del 30% de las viviendas han sido levantadas en zonas de alto riesgo. Sobre todo, las ubicadas en pendientes extremas que, parecen “sembradas con escopeta”.

Luego, la dura y ardua pelea por los servicios públicos. El agua la primordial, empezando por los almacenamientos básicos, luego la lucha colectiva para que la municipalidad extienda el servicio de acueducto hasta el barrio. Una jornada de años. La acompaña, casi en paralelo, el acceso al servicio de energía eléctrica, tan importante para garantizar el acceso a la modernidad: la luz, el ventilador, la plancha, la nevera, el televisor, la lavadora, el aire acondicionado, todos elementos que son el producto del trabajo arduo y el ahorro juicioso.

No menos importante es el servicio de alcantarillado y la disposición de desechos, ambos de gran importancia para la salubridad colectiva. Y, el gas, para la cocción de alimentos que completa la mejora sustantiva de la calidad de vida familiar.

Finalmente, la conectividad. El importantísimo acceso a la comunicación digital que nos conecta con el mundo moderno.

Esta larga secuencia que puede llevar décadas va acompañada por las obras de urbanismo: vías, ojalá pavimentadas, andenes, parques, zonas verdes, arborización, escuelas, comercio, servicios de salud…, y el tan necesario transporte (ya sea público o privado).

En mi ya larga vida, la mayor parte recorriendo las calles de esta cálida ciudad, he visto transformaciones sorprendentes. La mayor parte realizadas por el trabajo denodado de sus habitantes. Me atrevería a afirmar que más del 70% de la ciudad se ha construido de esa manera.

Obviamente, los problemas de la escasa planeación saltan a la vista. Pero, así ha sido esta epopeya. Es la marca propia de la sociedad disfuncional que hemos construido.

Neiva, 23 de diciembre de 2024

Tal vez te gustaría leer esto