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En Neiva, 38 caninos sacrificados por salud pública en 2024

Dic 21, 2024

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En lo corrido del 2024, la Secretaría de Salud municipal de Neiva ha tomado una medida que, aunque difícil, resulta indispensable para proteger la salud pública: el sacrificio de 38 caninos portadores de leishmaniasis visceral, una enfermedad zoonótica que amenaza tanto a las mascotas como a los seres humanos. Este procedimiento busca prevenir la propagación de la enfermedad, priorizando el bienestar de la comunidad. Aunque polémica, esta acción responde a una problemática de salud pública que exige decisiones firmes y bien fundamentadas.

DIARIO DEL HUILA, NEIVA
POR: ALEJANDRO POLANCO

La Leishmaniasis visceral es una enfermedad parasitaria causada por protozoos del género Leishmania. Esta enfermedad se transmite principalmente a través de la picadura de flebótomos infectados, conocidos comúnmente como zancudos. La Leishmania puede causar diversas formas de la enfermedad, que varían según la especie del parásito y su interacción con el hospedador.

En los animales, especialmente en los perros, la Leishmaniasis actúa como reservorio del parásito L. infantum, lo que la convierte en una amenaza constante para la salud pública. Estos animales infectados pueden transmitir la enfermedad a través de su interacción con humanos o mediante la picadura de insectos portadores del parásito.  En los humanos, la Leishmaniasis puede manifestarse como úlceras cutáneas o leishmaniasis visceral, dependiendo de la especie de parásito involucrado ambas formas pueden resultar en complicaciones graves e incluso ser mortales si no se detectan y tratan a tiempo.

En Neiva, cabe destacar que no se registran casos de leishmaniasis en humanos desde el 2021. Esta baja incidencia en humanos es resultado de las medidas preventivas adoptadas en años anteriores, como el control vectorial, la fumigación en áreas críticas y la promoción de la salud pública. No obstante, la vigilancia constante es crucial para evitar rebrotes en el futuro.

 

El panorama nacional

En Colombia, los departamentos de Tolima, Meta y Huila son considerados zonas endémicas para esta enfermedad. Según el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila), durante el último año se registraron más de 500 casos de leishmaniasis visceral en el país. Lo preocupante es que un porcentaje significativo de estos casos corresponde a menores de edad, quienes son más vulnerables a las complicaciones graves. La prevalencia en estas regiones evidencia la necesidad de fortalecer las estrategias de control y prevención para reducir los índices de infección.

En el contexto de la salud pública, las autoridades nacionales y locales han priorizado la implementación de medidas integrales que incluyen campañas educativas, diagnóstico temprano y control vectorial. Sin embargo, los retos persisten debido a las limitaciones presupuestarias y la falta de conciencia en algunas comunidades sobre la gravedad de esta enfermedad.  

Declaraciones del profesional experto

En diálogo con el Diario del Huila, el profesional de apoyo, Juan David López Coronado biólogo del área de entomología del Programa ETB de la Secretaría de Salud, explicó que el sacrificio de los animales infectados se realiza bajo estrictos protocolos sanitarios. “La leishmaniasis visceral en caninos representa un riesgo latente para la población, ya que los perros son reservorios del parásito. Cuando un canino infectado no es tratado o no es aislado, contribuye a la propagación de la enfermedad a través del vector”, señaló el experto.

El biólogo destacó también que el diagnóstico temprano y las campañas de sensibilización son pilares fundamentales en la lucha contra esta enfermedad. Sin embargo, cuando un animal es diagnosticado con leishmaniasis visceral, el sacrificio se convierte en una medida necesaria para evitar brotes masivos en zonas urbanas y rurales. “Es una decisión difícil, pero absolutamente necesaria para proteger la salud de las personas. No se trata de un acto arbitrario, sino de una acción respaldada por evidencia científica y protocolos establecidos”, agregó.

En Neiva, los casos de leishmaniasis visceral en caninos han ido en aumento durante los últimos años. Según cifras oficiales, más 600 caninos fueron tamizados en lo corrido de 2024 y al menos 38 perros sacrificados, tras ser identificados como portadores del parásito mediante pruebas serológicas y análisis clínicos realizados por profesionales especializados. Estas acciones se concentraron en sectores con mayor riesgo, especialmente en comunas cercanas a áreas boscosas y ríos, donde la presencia del vector es más alta.

La Secretaría de Salud ha intensificado las labores de vigilancia epidemiológica en los sectores más afectados, realizando visitas casa por casa y promoviendo la instalación de mallas en ventanas para evitar la entrada de zancudos en los hogares. Además, se han distribuido materiales educativos para que las familias comprendan la importancia de reportar casos sospechosos y proteger tanto a sus mascotas como a los integrantes del hogar.

Razones detrás del sacrificio de los perros

El sacrificio de los caninos infectados responde a la imposibilidad de garantizar su aislamiento total, una medida clave para evitar que el parásito se propague a través del vector. Aunque existen tratamientos para la leishmaniasis en perros, estos son costosos y no eliminan por completo la capacidad del animal de ser una fuente de infección. Por esta razón, las autoridades sanitarias consideran que el sacrificio es la alternativa más efectiva para cortar la cadena de transmisión y proteger a la comunidad.

Es importante señalar que estos sacrificios se realizan bajo estrictas condiciones de salubridad y con el objetivo de minimizar el sufrimiento de los animales. No obstante, la medida genera reacciones divididas en la población, ya que muchos dueños de mascotas desconocen la gravedad de la enfermedad y las implicaciones para la salud pública.

La Secretaría de Salud de Neiva, a través del Programa ETB, ha implementado estrategias de control vectorial como fumigaciones en áreas críticas, distribución de toldillos impregnados con insecticidas y campañas de educación comunitaria. Estas acciones buscan no solo reducir la población del vector, sino también sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la prevención.

Asimismo, se han realizado jornadas de vacunación para proteger a las poblaciones humanas más vulnerables, como niños y adultos mayores, quienes presentan mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves. Estas campañas han tenido un impacto positivo, aunque persisten desafíos como la cobertura en áreas rurales de difícil acceso.

Implementación de estrategias

El biólogo del Programa ETB enfatizó que es fundamental fortalecer la investigación en el control del vector y desarrollar métodos de diagnóstico más accesibles para la población. “Nuestro objetivo es reducir los índices de infección y educar a la comunidad sobre la importancia de la prevención. Esto incluye evitar la exposición en horarios de alta actividad del vector, proteger a las mascotas con medidas como collares repelentes y fomentar el uso de toldillos en las viviendas”, concluyó.

La lucha contra la leishmaniasis visceral en Neiva continúa siendo un desafío. Sin embargo, con el esfuerzo conjunto de las autoridades sanitarias y la comunidad, se espera mitigar el impacto de esta enfermedad y proteger la salud pública en la región.

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