En los últimos días, el acuerdo municipal de sobretasa a la seguridad en Neiva ha sido blanco de duras críticas por parte de algunos sectores políticos y medios de comunicación que, lamentablemente, han priorizado el sensacionalismo sobre la información precisa. Ante esta situación, es fundamental aclarar algunos puntos esenciales para que los ciudadanos puedan entender el verdadero alcance de esta medida aprobada por el Concejo Municipal.
Primero, es importante desmentir la afirmación de que esta contribución afectará a los más pobres. La realidad es que en Neiva existen 134.493 predios registrados, de los cuales cerca de 16.000 cuentan con avalúos menores a diez salarios mínimos, gracias a una proposición presentada y aprobada por el Concejo, estos predios están exentos no solo del impuesto predial, sino también de esta nueva sobretasa. Esto significa que las familias más vulnerables no tendrán que asumir ningún costo adicional. Para ilustrar mejor el impacto real, pongamos un ejemplo cotidiano: una vivienda con un impuesto predial anual de 250.000 pesos pagaría, con la nueva sobretasa, 268.000 pesos. Es decir, un incremento de apenas 18.000 pesos al año, equivalente a 1.500 pesos al mes. Un costo moderado, especialmente si consideramos que estos recursos se destinarán exclusivamente a fortalecer la seguridad de todos los habitantes de la ciudad.
Ahora bien, ¿quienes han hecho lo imposible para oponerse a esta medida? Principalmente, quienes poseen grandes propiedades y predios con avalúos superiores a 450 salarios mínimos. Para ellos, el aumento puede oscilar entre 400.000 y más de un millón de pesos adicionales. No es casualidad que estos sectores hayan intentado movilizar sus influencias y fuerzas para frenar la aprobación de la medida, apelando al discurso del poder y la desinformación. Vale la pena recordar que la sobretasa tendrá una vigencia de solo tres años, un período razonable y limitado que se estableció tras evaluar propuestas iniciales que contemplaban plazos de hasta diez años. El compromiso de los que aprobamos esta iniciativa fue evitar una carga desproporcionada para los ciudadanos y asegurar que los recursos se utilicen de manera eficiente.
El propósito de esta contribución especial es claro: dotar a Neiva de herramientas tecnológicas como cámaras de seguridad, mejorar la infraestructura tecnológica de vigilancia, adquirir vehículos como motos para nuestras fuerzas armadas y la policía y por supuesto fomentar programas de seguridad ciudadana en barrios vulnerables con alarmas comunitarias. Estos elementos son indispensables para enfrentar la creciente inseguridad que afecta a nuestra ciudad. Por desgracia, algunos actores han preferido ausentarse o usar tácticas de “confunde y reinarás”, buscando obtener réditos políticos a través de campañas de desinformación. Sin embargo, las decisiones difíciles son parte del ejercicio de coadministrar responsablemente. No se puede construir una ciudad segura sin esfuerzos colectivos ni inversiones adecuadas.
Neiva merece un debate informado, no discursos vacíos. A quienes ocupan cargos de representación les corresponde actuar con seriedad, tomando decisiones basadas en datos y necesidades reales. La seguridad es un derecho de todos y un deber que requiere el compromiso de cada ciudadano, empezando por quienes tienen el privilegio de tomar decisiones y gobernar.








