Diario del Huila

Un hombre tras la masificación del gas en la producción ceramista

Dic 9, 2024

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Por: GERARDO ALDANA GARCÍA

En 1998, desde el entonces Instituto Huilense de Cultura -IHC, invité al maestro ceramista Alirio Parra Vega a que exploráramos la tecnología de hornos refractarios eléctricos para la cocción de piezas cerámicas en Pitalito. Este hombre que ya tenía importantes conocimientos no solo en el dominio de diversas técnicas aplicadas a la producción de artesanías desde los oficios de alfarería y cerámica era al tiempo conocedor de la tecnología de cómo hacer un horno eléctrico cerámico.

La motivación nacía de la necesidad de lograr un mayor grado de cocción de las piezas, regularmente asadas en hornos de leña que lograban temperaturas irregulares entre 350 y 600 grados centígrados, lo que hacía que la calidad del producto en términos de consistencia no fuese la adecuada para los mercados que se pretendía atender.

Además, las pérdidas de cada quema podían representar porcentajes que podrían llegar hasta un 30%, esto en razón a que la temperatura circundante en el interior del horno no era uniforme. En estas condiciones la tecnología del horno eléctrico llegó a Pitalito bajo la asesoría del maestro Parra Vega, en una articulación con Artesanías de Colombia y el IHC. Se construyeron 30 de estos equipos.

El horno permitiría superar el rango de los 1.000 grados centígrados. No obstante los positivos resultados en la calidad del producto final, los artesanos advertirían que, el alto costo del servicio de energía eléctrica hacía inviable financieramente sostener la implementación de tal tecnología, lo que llevó a mantener la tradicional técnica del horno a base de leña, con las complicaciones ya conocidas, sino con la permanencia del lamentable impacto en el medio ambiente en términos de demanda de biomasa para a combustión y la contaminación de los entornos por dióxido de carbono, empezando por el mismo taller de producción del artesano.Así que, años más tarde, y teniendo en cuenta la actualización tecnológica que Alirio Parra Vega había adquirido, entre otras cosas con capacitación de japoneses y por supuesto desde la misma experimentación del ceramista en su taller ubicado en el Barrio El Jardín de Neiva, vendría la implementación del horno refractario a gas; si, un artefacto con enormes beneficios que permite altos beneficios en calidad del producto, minimización del impacto ambiental, menores costos de producción, mejores condiciones para la salud del artesano. El horno de hoy a base gas, permite una uniformidad en la quema; las pérdidas que se pueden presentar tienen generalmente una tendencia a cero por ciento, al tiempo que las temperaturas logradas permiten obtener vidriados con pastas, esmaltes o engobes, desde lo que es posible producir artesanías con mayores y mejores posibilidades de venta en los mercados.Por supuesto que, aún existiendo tan benéfica tecnología, hay ceramistas que continúan asando sus piezas en el viejo y tradicional horno alimentado con leña. Así mismo, hay experiencias diversas de ceramistas y alfareros que trabajan con el horno a gas, y expresan su beneplácito comprobado y consistente. Esta tecnología tiene la gran ventaja, para los artesanos huilenses, que el propio maestro Parra Vega asesora su construcción; o si es del caso, él produce y suministra el horno con las capacidades acordes con el volumen de producción de un artesano o de una asociación de estos. Un ejemplo de ello es La Vega de Oriente en Campoalegre en donde la Secretaría de Cultura del Huila implementa el Taller – Escuela de Alfarería, vinculando veinte personas entre jóvenes y adultos, quienes están gratamente comprometidos en preservar tan insigne y tradicional saber del pueblo campoalegruno. Allí en La Vega de Oriente, la Asociación de Artesanos que lleva el mismo nombre, dispone ya de un horno refractario a gas. En la reciente visita de la titular de la cartera de cultura departamental Betsabé Polanía Quizá, los estudiantes del Taller – Escuela exhibían con alborozo y admiración el fruto de su primera quema de productos de alta calidad.Alirio Parra Vega dice que la masificación del uso del horno refractario a base de gas debería llevarse a los centros de producción ceramista y alfarera en el Huila, lo que coadyuvará a la preservación de tan valioso saber identitario de la cultura regional; una apuesta en la que el Departamento y municipios con esta vocación artesanal, deben sumarse e impulsar acciones de fortalecimiento de tan atractiva y rentable tecnología.

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