Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente Gustavo Petro, y su pareja, Laura Ojeda, revelaron que han recibido amenazas que comprometen su seguridad y la de su hijo menor.
«Desafortunadamente, hemos venido recibiendo amenazas en contra nuestra y, lo peor, en contra de nuestro bebé,» escribieron en un mensaje que generó preocupación en la opinión pública.
En su declaración, Petro Burgos destacó su confianza en las instituciones judiciales del país, pero dejó claro que su mayor preocupación es la integridad de su hijo. «Gracias a los que nos han enviado mensajes de aliento en estos momentos tan difíciles. Nuestra prioridad es la seguridad de nuestro bebé,» aseguró.
Un panorama judicial complicado
El anuncio llega en un momento crítico para Nicolás Petro, quien enfrenta un proceso judicial por presuntos delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Según la Fiscalía, el caso está vinculado a un incremento patrimonial superior a $1.000 millones, que habría tenido origen en pagos realizados por los empresarios Santander Lopesierra y Gabriel Hilsaca.
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El próximo 9 de diciembre está programada la audiencia preparatoria del caso, una instancia crucial en la que se definirán los elementos probatorios. Cabe destacar que el juez del caso ha señalado que no permitirá más aplazamientos, subrayando la necesidad de avanzar en el proceso y evitar dilaciones adicionales.
La situación plantea interrogantes sobre las medidas de seguridad que se implementarán para garantizar la protección de la familia de Petro Burgos, mientras se avanza en un proceso que podría tener implicaciones significativas en el panorama político y judicial del país.
Con la reanudación de la audiencia en pocos días, el caso de Nicolás Petro sigue siendo un punto de alto interés para la opinión pública.
