La Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas, y después de establecer la plena identidad del cuerpo, los funcionarios articulan información con entidades estatales, en este caso el Sisbén, Prosperidad Social, de esta manera ‘rastrean’ la ubicación de los familiares.
Por ejemplo, en la primera intervención del ‘Monumento 14’, se recuperaron 14 osamentas, sin embargo, seis de ellos, estaban identificados, pero no habían sido reclamados.
En este sentido, los funcionarios, iniciaron la búsqueda de los allegados de, Mauricio Leyva, Jacinto Sánchez y Edgar Fidencio Muñoz, y se realizó toda una campaña por los distintos medios de comunicación, de esta manera lograron ubicar a los familiares de esta última persona mencionada en un resguardo indígena, ubicado en el municipio de Bolívar, Cauca.
Neiva, tiene más casos
En relación a la búsqueda de personas desaparecidas en el marco del conflicto armado, las organizaciones sociales de la región, fueron determinantes para que el departamento del Huila, fuera incluido en estas investigaciones.
Además, el vocero agregó que, en 35 municipios del Departamento, hay denuncias de personas desaparecidas, y hasta el momento los únicos que hasta el momento no tienen esta problemática son Yaguará y Elías. Sin embargo, hay que analizar, primero sí hasta el momento los familiares no se han acercado a denunciar, o definitivamente no existen desaparecidos en estos entes territoriales.
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Encontraron a los familiares
De manera posterior, Ángela Cordón, investigadora de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas-Huila, indicó que en la estrategia ‘a la inversa’, los funcionarios, realizan un gran esfuerzo por hallar a los familiares. “En la primera fase realizada en el ‘Monumento 14’, se recuperaron 14 osamentas, sin embargo, seis de ellos, estaban identificados, pero no habían sido reclamados.
El proceso de búsqueda a la inversa, es un trabajo difícil, ya que los funcionarios solicitan información al Fosyga, Prosperidad Social, Sisbén, y a quienes les pueda dar datos sobre el paradero de su núcleo familiar, así realizan la trazabilidad con los apellidos.
Y la labor, no termina allí después de localizar a los allegados, se deben establecer lazos de confianza, porque los familiares regularmente sienten miedo.
Ahora, en cuanto a los mecanismos en los que perdieron la vida, estas personas, gran porcentaje se debe a desaparición forzada, reclutamiento, asesinatos extrajudiciales y secuestros.
IV fase de búsqueda
En este sentido, las labores de intervención al Cementerio Central de Neiva, iniciaron este año, ya van a realizar la cuarta intervención, la primera se llevó acabo en el mes de febrero, la segunda en mayo, la tercera en julio y la cuarta que se llevará acabo este mes, donde esperan hallar 26 restos mortales.
“Hasta la tercera fase, se han recuperado 47 cuerpos, de esta cifra, se han logrado entregar tres personas de manera digna a sus familiares. De ellas dos en el Huila y otro en el departamento del César. En el caso de Neiva, hemos ubicar a cuatro”, dijo el coordinador.
Por su parte, Milton Acero, antropólogo y líder de la misión, agregó: “el reto en el Cementerio Central, es aplicar las metodologías, la recuperación y verificación ‘in situ’, significa que apenas logramos extraerlo, un equipo que viene de Bogotá conformado por médicos, odontólogos, y antropólogos, contrastan la información que estamos observando de las osamentas, con la necropsia que, según la investigación, asociamos a ese espacio. Y el objetivo de encontrarlos es realizar, la entrega digna a los familiares”.
Y ha sucedido que, en estas investigaciones, los funcionarios han hallado cuerpos que no corresponden a las características buscadas.
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El hallazgo
La Unidad de Búsqueda, cuenta con un equipo de expertos, entre ellos se encuentra, el topógrafo, quien georreferencia el punto de interés y digitaliza las estructuras óseas, y revela la forma en que estaban ubicadas.
Asimismo, un criminalista, que asiste al antropólogo, es quien realiza la excavación para hallar los restos mortales, además, documenta fotográficamente los elementos probatorios y evidencia física que se pueda hallar en la tumba.
El antropólogo, señaló que lo más complicado de hallar las osamentas “es recuperarlas y con el detalle que no se vayan a dañar las estructuras, porque son cuerpos que han estado entre 20 y 30 años en estas condiciones. El agua se filtra desde la superficie, por este motivo, el proceso es minucioso”.
Posteriormente, los funcionarios esperan poder llegar a los municipios de Tello, Baraya y Colombia, que, por diversas situaciones, no lo han podido hacer sus labores de dignificación para las familias.
Caso Pitalito
Ya en relación al Cementerio San Antonio de Padua del municipio de Pitalito, el coordinador señaló que iniciaron un proceso de caracterización, y están articulados con la Administración Municipal y la Parroquia para realizar la intervención.
En la actualidad, los operarios se encuentran realizando trámites administrativos, para así realizar este proceso, donde esperan hallar 140 cuerpos. De igual manera, van hacer esta tarea en el municipio de La Plata.
Y a partir de distintas fuentes, la Unidad de Búsqueda crea un universo de personas dadas por desaparecidas en razón y contexto del conflicto armado. En el Huila, este registro es de 1.266 personas dadas por desaparecidas, con corte al 30 de septiembre del 2024.
Y es que el cementerio San Antonio de Padua, conocido como el cementerio central de Pitalito, alberga los restos de al menos doscientas personas no identificadas relacionadas con el conflicto armado. Esta dolorosa realidad ha motivado un esfuerzo conjunto entre la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el apoyo de la Embajada de Suecia para caracterizar y recuperar estos cuerpos.
Y hasta la fecha la Unidad, ha tomado 145 nuevas muestras de ADN a familias buscadoras residentes en el departamento del Huila, correspondientes a 75 solicitudes de búsqueda.
