Los accidentes de tránsito que involucran ambulancias en Neiva se han convertido en un tema recurrente que despierta preocupación entre los ciudadanos. El reciente choque ocurrido en la carrera Séptima con calle 11, en la comuna 4, reaviva el debate sobre la falta de regulación efectiva y supervisión de estos vehículos de emergencia. Este caso, el décimo quinto registrado en lo que va del año, evidencia una problemática que no ha encontrado solución pese a las promesas de las autoridades.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
POR: ALEJANDRO POLANCO
El incidente más reciente ocurrido el pasado domingo 01 de diciembre dejó tres personas lesionadas y una serie de interrogantes sobre las causas que lo originaron. Según el reporte de la Secretaría de Movilidad, la ambulancia involucrada transitaba en sentido norte-sur, mientras que la camioneta, que aparentemente realizó una maniobra indebida, lo hacía en dirección contraria. Aunque esta última acción parece ser el detonante principal, el comportamiento del conductor de la ambulancia no ha sido descartado como factor contribuyente.
Este choque no solo representa un nuevo número en las estadísticas de accidentes, sino que también resalta la urgente necesidad de implementar controles más estrictos y soluciones integrales para un problema que afecta tanto la seguridad vial como la confianza en el sistema de emergencias.
En octubre, la secretaria de Salud de Neiva, Lilibeth Galván, en dialogo con este medio anunció un ambicioso plan para regular el tránsito de ambulancias mediante un modelo de zonificación. Este sistema dividiría la ciudad en cinco sectores, permitiendo un máximo de dos ambulancias por zona, con el objetivo de evitar la conocida «guerra del Soat», una competencia entre empresas para llegar primero a los accidentes y obtener los beneficios económicos derivados.
Ciudadanos preocupados y desconfiados
La conducta de algunos conductores de ambulancias ha generado críticas entre los habitantes de Neiva. Las denuncias sobre exceso de velocidad, maniobras imprudentes e incluso simulaciones de accidentes para aprovechar el Soat no son aisladas. Un motociclista relató cómo fue falsamente acusado de provocar un accidente en lo que parecía ser un montaje para exigir su póliza. Este tipo de episodios, aunque no generalizados, han sembrado dudas sobre las prácticas en el sector y la falta de control por parte de las autoridades.
El impacto de estas acciones va más allá de los accidentes. La percepción de descontrol y la ausencia de respuestas claras han erosionado la confianza en las instituciones responsables de garantizar la seguridad vial.
Hasta ahora, las acciones implementadas han sido insuficientes para abordar el problema de manera efectiva. De los 15 accidentes registrados este año, solo cinco han sido objeto de investigaciones formales, mientras que los demás se resolvieron mediante acuerdos extrajudiciales. Esta situación refuerza la idea de una institucionalidad débil y una falta de compromiso real para enfrentar el problema.
La administración municipal anunció recientemente un decreto que otorgará mayores facultades a la Secretaría de Movilidad para sancionar las infracciones cometidas por ambulancias. Sin embargo, no se han definido plazos ni mecanismos concretos para su aplicación, lo que genera dudas sobre la efectividad de esta medida.
La urgente necesidad de un control integral y seguimiento constante
Este vacío de control también afecta a las empresas prestadoras del servicio de ambulancias. Muchas de estas compañías no han sido objeto de sanciones ni de una supervisión efectiva que garantice que operen bajo las normas y requisitos legales. La falta de acción efectiva ante estos incumplimientos está creando un ambiente de impunidad que perpetúa las malas prácticas y pone en riesgo la vida de los pacientes.
La ausencia de un sistema de sanciones claras y de una reglamentación más estricta está alimentando la desconfianza. La falta de un seguimiento efectivo por parte de las autoridades no solo afecta la seguridad vial, sino que también pone en duda la calidad del servicio que se brinda a la comunidad.
Es imprescindible que las autoridades tomen medidas concretas y efectivas. La implementación de la zonificación debe ser una prioridad, pero también es necesario acompañarla con un refuerzo en la supervisión de las ambulancias y sanciones ejemplares para quienes incumplan las normas.
Además, la promoción de campañas de educación vial dirigidas tanto a conductores de ambulancias como a la ciudadanía puede contribuir a generar una cultura de respeto y responsabilidad en las vías. La transparencia en la gestión de estos problemas también es fundamental; los ciudadanos necesitan saber qué acciones se están tomando y cuáles son los resultados esperados.
El plan piloto
Según se pudo conocer, el plan piloto de zonificación para regular el tránsito de ambulancias en Neiva comenzó a implementarse a finales de noviembre en algunos puntos estratégicos de la ciudad, como la Universidad Surcolombiana y el Parque de la Música Jorge Villamil. Este sistema de zonificación tiene como objetivo dividir la ciudad en diferentes sectores y asignar un número limitado de ambulancias por zona, con la esperanza de reducir los accidentes y mejorar la eficiencia de los servicios de emergencia.
Sin embargo, aunque la medida ha comenzado a aplicarse, las expectativas siguen altas. Desde el ámbito municipal, se indicó que este plan piloto debería ser evaluado de manera ágil y que se espera que se complete su implementación en un tiempo corto para evitar que continúen los incidentes.
Se remarcó también la importancia de que no solo se logre una zonificación, sino que se lleve a cabo un control efectivo sobre el cumplimiento de los requisitos de las ambulancias, el monitoreo de las licencias y las credenciales de los conductores, y la supervisión constante del comportamiento de los vehículos.
En suma, Si bien las ambulancias son indispensables en la atención de emergencias, sus operaciones no pueden convertirse en un riesgo para los ciudadanos. Las soluciones deben ser inmediatas y efectivas, garantizando que estos vehículos cumplan con su propósito sin poner en peligro a otros.









