Por: EDWIN FERNANDO PISSO ESCALANTE
En esta oportunidad, quise hablarles de un tema de mucha importancia para el sector agropecuario, la “agricultura regenerativa”, que consiste un enfoque agrícola que busca restaurar la salud y la fertilidad del suelo, promover la biodiversidad y reducir la huella de carbono de la agricultura. Esta práctica tiene varios beneficios, como mejorar la salud del suelo, aumentar la biodiversidad, reducir la huella de carbono y aumentar la rentabilidad de los sistemas agrícolas frente a los cambios climáticos y otros desafíos.
Entre las prácticas clave de la agricultura regenerativa se encuentran la agricultura de conservación, la rotación de cultivos, el uso de cubiertas vegetales y la ganadería regenerativa (sistema de producción agroforestal que busca mejorar la salud del suelo, la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas). La agricultura de conservación busca minimizar la perturbación del suelo y promover la salud del suelo mediante la reducción del uso de la maquinaria agrícola y la incorporación de materia orgánica. La rotación de cultivos promueve la biodiversidad, brinda oportunidad de precios por la no dependencia de un solo cultivo y reduce la dependencia de los fertilizantes y pesticidas químicos.
La implementación de la agricultura regenerativa requiere un enfoque integral que involucre a los agricultores, los consumidores, los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales. La capacitación y educación de los agricultores y los consumidores son fundamentales para promover la adopción de prácticas agrícolas regenerativas. Además, las políticas y regulaciones gubernamentales pueden jugar un papel importante en la promoción de la agricultura regenerativa mediante la creación de incentivos y la regulación del uso de fertilizantes y pesticidas químicos.
La agricultura regenerativa también puede tener un impacto positivo en la economía y la sociedad. Al promover la agricultura regenerativa, se pueden crear empleos y oportunidades económicas para los agricultores y las comunidades rurales. Además, la agricultura regenerativa puede ayudar a reducir la pobreza y la desigualdad en las áreas rurales. Sin embargo, la implementación de la agricultura regenerativa también enfrenta desafíos. Uno de los principales desafíos es la falta de conocimiento y capacitación entre los agricultores y los consumidores. Otro desafío es la necesidad de invertir en infraestructura que nos permita producir los propios abonos y sin duda la tecnología para apoyar el uso de prácticas más amigables con el medio ambiente.
Entre los beneficios por la practica de este modelo, que tarde o temprano tendremos que incursionar los productores del campo, es que se va a mejorar la calidad del agua, se reduce la erosión del suelo, aumenta la biodiversidad, mejora la salud humana, reduce la dependencia de los fertilizantes y pesticidas químicos y aumenta la vida de los sistemas agrícolas frente a los cambios climáticos y otros desafíos.








