Carlos Yepes A.
Los candidatos que se postulan a cargos de elección popular a lo largo y ancho del país deben cumplir unos requisitos mínimos para ser elegidos en Colombia. De no ser así se exponen a la pérdida de credenciales y deben apartarse de sus curules lo que deja en entredicho sus aspiraciones para servirle a la comunidad a través de los procesos electorales.
Estas fallas en la democracia nos invitan a reflexionar acerca del desgaste institucional y financiero para el país, el cual necesariamente se ve obligado a interceder en estos litigios producto de estas elecciones. Los organismos del estado que intervienen en el proceso de inscripciones deben redoblar sus esfuerzos y ser más efectivos. El Consejo Nacional Electoral, la Registraduría y demás instituciones tienen hoy la responsabilidad de incrementar los filtros para garantizar que los aspirantes inscritos cumplan los requisitos de ley. También los partidos políticos deben poner de su parte y respaldar con sus avales solamente a candidatos que demuestren no tener impedimentos manifiestos. Este es un compromiso con la democracia.
Ahora bien, nosotros los ciudadanos tenemos que vincularnos ejerciendo un papel crucial. El voto no es un derecho para asumirlo con ligereza. Debemos educarnos en temas electorales, mantenernos informados acerca de los antecedentes y cuestionamiento de los candidatos para que el sistema electoral no sea finalmente una talanquera para el progreso regional al tener que retirarse de sus curules personas que en muchos casos nos van a representar de la mejor manera y resultan siendo apartados por procesos electorales fallidos.
El Huila cuenta con líderes excepcionales y es hora de que los ciudadanos trabajen en conjunto con las instituciones para evitar que se vea afectado proceso desarrollo del departamento.
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COLUMNA DE OPINIÓN MODIFICADA A PETICIÓN DEL AUTOR
