Por: Marco Fidel Yukumà
Los servicios que ofrecen las EPS cada vez son peores, aumentando la inconformidad de los usuarios que pagan altos costos sin ser compensados. La Superintendencia desenmascaró a varias EPS que esconden los medicamentos para no entregarlos a los pacientes, y cuando a un paciente no le entregan sus medicamentos, pues esa plata se pierde, porque en ningún momento la reembolsan.
Hay pacientes que pagaron la consulta médica, les formularon los medicamentos, pagaron el costo de esos medicamentos, y se los quedaron debiendo, con el cuento de que están agotados y tan pronto lleguen, serán llamados para que los reclamen, o que en su defecto, serán llevados al domicilio del afectado, cosa que no ocurre nunca, le toca a cada afiliado por su cuenta comprarlos para salvar su vida.
Se han vuelto expertas las EPS en patrañas para engañar a sus usuarios, no sólo con los medicamentos, con todos los servicios que prestan, y de los cuales obtienen ganancias gigantescas. Minuto a minuto se observa en las sedes, subsedes y garajes donde operan, filas interminables de afiliados pagando, porque allí todo se cobra. No hay día que una EPS deje de recibir plata, chorros de plata, colas hasta de dos cuadras para pagar citas, cirugías, radiografías, controles, exámenes de laboratorio, embarazos, pediatría, odontología y muchas otras cosas que dejan incalculables utilidades. No se entiende porque las EPS se quejan tanto, si les sobra la plata hasta para financiar campañas políticas, y montar negocios que nada tienen que ver con la salud.
Las EPS reciben plata del estado, del afiliado y de la empresa a la que pertenece cada afiliado. Adicionalmente, repito, cobran por todo, pero los servicios que prestan son horrorosos, la atención es mala, los enfermos tienen que esperar horas, mientras los llama el médico o el especialista. Maman gallo parta todo, y en esa inhuma espera, muerte mucha gente.
Una paciente de la Nueva EPS, de apellido Delgado, que sufre de esquizofrenia, lleva tres años gastando plata en citas médicas, exámenes de laboratorio, radiografías, fotocopias, impresiones, transporte, y no le han querido practicar una cirugía de urgencia en los ojos. Algunos de los medicamentos que deben consumir los afectados por esta fatal patología, generan cataratas que al no retirarlas a tiempo producen ceguera. Esa es la tragedia desatendida de la paciente Delgado.
A esta indefensa dama la nueva EPS la ha usado para ganar plata descaradamente. En tres ocasiones le han ordenado exámenes, radiografías y demás, pero cuando ya ha cumplido con todos los requisitos y está lista para ir al quirófano, le salen con el manido cuento de siempre, que no hay agenda, que se les venció el convenio con la entidad que debía intervenirla, y otra serie de artimañas que se inventan para obligar a los familiares de la paciente a repetir el proceso que tiene un alto costo, y que se omite, no por falla del afiliado, por perversidad de la EPS que como es lógico, no reembolsa ese dinero.
Esta indefensa paciente ha realizado y pagado el costo del complejo trámite en tres ocasiones, y en casi cuatro años de pago y espera, no la han intervenido y está a punto de perder su visión por completo, siempre hay una excusa para descartar la cirugía, y obligarla a gestionar y pagar nuevamente los requisitos del procedimiento. No es una injusticia, es una clara conducta delictiva.
El mismo superintendente de salud dijo que cuando las EPS esconden los medicamentos para no entregarlos a sus usuarios, están incurriendo en un delito criminal. ¿Cómo se llamará entonces, el delito que la Nueva EPS, está cometiendo sucesivamente, con esta humilde paciente? Juzguen por favor.








