La Registraduría confirmó que 91 grupos significativos de ciudadanos buscan recolectar firmas para avalar candidaturas rumbo a las elecciones presidenciales de 2026. Es la cifra más alta registrada desde que existen las inscripciones por firmas.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
Colombia vive un escenario político inédito. Nunca antes tantas personas habían manifestado su intención de llegar a la Casa de Nariño mediante el mecanismo de firmas. La Registraduría Nacional del Estado Civil anunció que 91 comités significativos de ciudadanos se inscribieron para empezar la carrera presidencial de 2026, un récord histórico que evidencia la fragmentación, las tensiones y el reacomodamiento de las fuerzas políticas en un país que se encamina hacia una elección decisiva.
Con esta cifra, el país supera ampliamente los registros de procesos anteriores y se prepara para enfrentar una de las contiendas más complejas, diversas y exigentes de las últimas décadas.
Una cifra que rompe todos los registros
Los 91 comités representan aspiraciones diversas, desde figuras tradicionales de la política hasta nuevos liderazgos regionales, profesionales independientes, académicos y voces emergentes. Todos deberán recoger, antes del 17 de diciembre, un mínimo de 635.216 firmas válidas, equivalentes al 3% de los votos obtenidos en la primera vuelta presidencial de 2022.
La Registraduría estima que verificará más de 59 millones de firmas en un periodo corto, pues el plazo final para validar los apoyos será el 21 de enero. El reto no es menor: se trata del proceso de revisión de firmas más grande de la historia electoral del país.
La entidad destacó que este volumen “supera ampliamente el de las anteriores elecciones presidenciales”, convirtiéndose en la cifra más alta desde que se implementó este mecanismo.
Figuras políticas en la lista y un ausente clave
La lista de precandidatos que buscan llegar a la Casa de Nariño refleja el momento de efervescencia política que vive el país. Entre los nombres más reconocidos están:
- Mauricio Lizcano
- Claudia López
- Juan Daniel Oviedo
- David Luna
- Santiago Botero
- Vicky Dávila
- Mauricio Cárdenas
- Daniel Palacios
- Juan Carlos Cárdenas
- Héctor Olimpo
- Aníbal Gaviria
- Juan Guillermo Zuluaga
Se trata de liderazgos con trayectorias diversas: exministros, exalcaldes, congresistas, gobernadores, funcionarios y figuras públicas que buscan capitalizar su imagen y conquistar una ciudadanía cada vez más fragmentada.
Pero también hubo ausencias notables. La Registraduría negó el registro del comité ciudadano que pretendía respaldar la candidatura de Daniel Quintero, exalcalde de Medellín, debido a que participó en la consulta del Pacto Histórico. La ley impide que quienes participaron en consultas internas o interpartidistas se postulen luego por mecanismos de firmas para el mismo proceso electoral.
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Un país políticamente dividido y en reacomodo
El amplio número de aspirantes es síntoma del momento político que atraviesa Colombia. Los partidos tradicionales están debilitados, las coaliciones están fracturadas y la ciudadanía exige nuevas voces. Mientras tanto, comienzan a aparecer alianzas, rupturas y movimientos estratégicos entre sectores que buscan llegar fortalecidos a la campaña formal.
De un lado, la izquierda ya tiene un nombre definido: Iván Cepeda, quien será el aspirante presidencial del Pacto Histórico.
En la derecha, en cambio, persiste la incertidumbre. Todavía no hay un candidato unificado y las decisiones internas siguen generando tensiones.
Este panorama deja en evidencia un país en transición, donde la multiplicidad de aspirantes refleja no solo la diversidad política, sino también la falta de cohesión en todas las orillas ideológicas.
El desafío de la seguridad electoral
Mientras se define el mapa político, otro reto se asoma con fuerza: la seguridad. El registrador nacional, Hernán Penagos, hizo un llamado urgente al Gobierno para garantizar las condiciones necesarias en todo el país. Según él, el incremento de grupos armados ilegales y los recientes ataques terroristas ponen en riesgo el normal desarrollo de la democracia.
“La seguridad en Colombia, para unas elecciones libres y justas, debe ser garantizada por el Gobierno nacional”, señaló Penagos.
Recordó que, aunque la Registraduría asegura la transparencia y la integridad del proceso, la protección de la ciudadanía y de los candidatos es responsabilidad del Estado en su conjunto.
Con zonas rurales aún golpeadas por la violencia y dinámicas armadas que se han fortalecido en los últimos dos años, el ciclo electoral que inicia estará marcado por desafíos en orden público, acceso a territorios, movilidad y garantías para todas las campañas.
Un 2026 decisivo para el rumbo del país
Con más de 90 aspirantes buscando recoger firmas, el proceso electoral de 2026 promete ser uno de los más movidos y competitivos de la historia de Colombia. La abundancia de precandidaturas refleja, por un lado, el interés ciudadano en participar en política; pero también evidencia una fragmentación que, de no convertirse en alianzas fuertes, podría derivar en una campaña dispersa.
Lo cierto es que la contienda ya empezó. Con menos de un año para las elecciones y un ambiente político y social cargado de tensiones, Colombia se prepara para un ciclo electoral que podría redefinir su rumbo económico, social y democrático.

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