29 animales silvestres lograron regresar a su hábitat natural tras un proceso de recuperación y rehabilitación.
La jornada de liberación se llevó a cabo en una reserva natural del municipio de Rivera y en la ribera del río Magdalena, donde aves y reptiles recuperaron su libertad, luego de haber sido rescatados del tráfico ilegal y de situaciones de vulnerabilidad.
Entre las especies liberadas se encontraban 10 loros frente rojo (Psittacara wagleri), siete pericos reales (Brotogeris jugularis) y dos canarios (Sicalis flaveola). Estas aves habían sido víctimas del tráfico ilegal y fueron rescatadas en operativos conjuntos entre la CAM y la Policía Nacional.
“Estas aves que ahora vuelan libres habían sido decomisadas en distintos procedimientos, algunas cuando aún eran polluelos y no tenían plumas. Durante meses fueron rehabilitadas para garantizar que desarrollaran sus comportamientos naturales antes de su liberación”, explicó José Luis Montealegre Cabrera, médico veterinario de la CAM.
El retorno de los reptiles
La jornada también permitió el regreso a su entorno de cinco boas (Boa constrictor), cuatro tortugas del Magdalena (Podocnemis lewyana) y una babilla (Caiman crocodilus), esta última reportada por la comunidad tras ser vista deambulando en un centro recreacional.
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Los reptiles desempeñan un papel fundamental en sus ecosistemas, ya que regulan poblaciones de otras especies y contribuyen al equilibrio natural. “Estos animales, tras superar un periodo de observación y valoración en el Hogar de Paso de Fauna Silvestre, fueron devueltos a zonas donde tienen mejores oportunidades de adaptación y supervivencia”, señaló Montealegre.
La CAM explicó que el proceso de recuperación inicia con el ingreso de los animales al Hogar de Paso, donde son atendidos por veterinarios y biólogos. Allí se evalúa su estado de salud y comportamiento, determinando si pueden ser liberados o si requieren mayor tiempo de rehabilitación.
Uno de los casos destacados fue el de los siete pericos reales, decomisados en zona rural de Neiva cuando apenas tenían unas semanas de vida y eran comercializados de manera ilegal a través de WhatsApp. “Estos polluelos fueron criados con alimentación asistida hasta que desarrollaron sus plumas y posteriormente fueron ubicados en recintos adecuados para su readaptación al entorno natural”, indicó el veterinario de la CAM.
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