Redacción WEB
En medio de la cooperación migratoria entre Colombia y Estados Unidos, 118 colombianos deportados llegaron anoche a Bogotá procedentes de Alexandria, Luisiana, en un vuelo pagado íntegramente por el gobierno estadounidense. La operación, que incluyó garantías humanitarias y un apoyo económico, se da en un contexto de tensiones diplomáticas recientes por el manejo de la migración entre ambos países.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, del grupo que arribó a la capital, 28 son mujeres y 90 hombres, y ninguno de ellos presenta asuntos pendientes con la justicia colombiana. Todos fueron retornados tras procesos migratorios en EE. UU. y de conformidad con los acuerdos bilaterales vigentes.
El vuelo —organizado y financiado al 100 % por las autoridades estadounidenses— hace parte de un esquema de deportaciones regulares que Washington ejecuta con distintos países latinoamericanos como parte de su política migratoria. La Cancillería subrayó que la operación respetó las garantías de derechos humanos, brindando a los connacionales atención humanitaria durante el procedimiento y a su llegada.
Como parte del compromiso adquirido por Estados Unidos, cada uno de los deportados recibirá un estipendio de 1.000 dólares, una medida que busca facilitar su reintegración en Colombia después de su regreso forzoso.

Repatriados pese a las tensiones
El arribo de este grupo ocurre en medio de las tensiones que han marcado la relación bilateral en materia migratoria. En meses anteriores, el presidente Gustavo Petro había criticado duramente las políticas migratorias impulsadas por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, calificándolas de inhumanas y poco solidarias con las realidades sociales y económicas de países como Colombia.
Durante la gestión Trump, los procesos de deportación se endurecieron, las detenciones masivas aumentaron y se implementaron prácticas como la separación de familias y restricciones severas para la solicitud de asilo. Aunque la administración de Joe Biden introdujo algunos cambios y alivios temporales, las deportaciones de colombianos se han mantenido constantes, incluso con cifras récord en los últimos dos años, debido al incremento en los intentos de migración irregular.
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El gobierno Petro, por su parte, ha abogado ante Washington por un trato más humano a los migrantes colombianos y por políticas que reconozcan las causas estructurales de la migración. A pesar de los roces, Colombia y EE. UU. han mantenido mecanismos de diálogo y cooperación en materia migratoria, de los cuales este vuelo es ejemplo.
El futuro de la cooperación
Según la Cancillería, estos procedimientos continuarán en los próximos meses bajo estrictos estándares humanitarios y en coordinación con Migración Colombia y otras entidades. También se contempla ampliar los programas de acompañamiento a los retornados, para ayudarles a encontrar empleo o emprender proyectos productivos tras su regreso al país.
El gobierno colombiano reiteró que seguirá insistiendo en un enfoque más integral y menos punitivo para abordar la migración, mientras sigue colaborando con Estados Unidos para garantizar que los retornos se realicen en condiciones dignas y seguras para los connacionales.









